VALORES EN UN EQUIPO
DE TRABAJO
Respeto.
“Trabajar para el equipo es trabajar para uno mismo”. El talento
individual, una vez, si no contribuye al equipo difícilmente se le considera
como tal.
Actitud, que es lo que permite la superación y que un jugador se
esfuerce. Mencionó una cita de Al Capone en tono de broma: “Se consigue más con
una pistola y una sonrisa, que sólo con una pistola” (está claro que parece que
hasta en la mafia son importantes las formas).
Confianza. Para él el
liderazgo es una mezcla entre la estrategia y la confianza, y esta última es
incluso más importante que la primera.
Profesionalidad. Un buen profesional no se mide por su capacidad
técnica, sino por sus comportamientos. Mencionó el caso de Petrovik, uno de los
jugadores más extraordinarios europeos. Cuando terminaba los partidos, no se
iba a los vestuarios, sino que se quedaba treinta minutos más tirando para
mejorar su tiro, su punto débil.
Comunicación. Mencionó una cita de Aristóteles: “La habilidad de
comunicar una
idea es tan importante como la misma idea”.
Compromiso. con el trabajo y con los compañeros, que le ayuda
a mejorar y a dar lo mejor de sí mismo. Concluyó en que “nadie es tan bueno que
no pueda mejorar”.
DEFINICIÓN:
Trabajar en
equipo es coordinar e integrar esfuerzos entre varias personas que se necesitan
entre sí para lograr un resultado; es embarcarse en una misma empresa o en una
misma causa.
No obstante, para que haya trabajo en equipo no es suficiente con que nos identifiquemos con los objetivos, las metas y las normas acordadas; es preciso, además, que compartamos unos valores y principios éticos mínimos.
El trabajo en equipo necesariamente exige solidaridad, vocación de servicio, equidad, autonomía, respeto, responsabilidad, participación, diálogo, concertación y autodesarrollo. .
Con el trabajo en equipo se alcanzan mejores y más óptimos resultados, y el aprendizaje individual deviene colectivo e institucional. Se facilita así la búsqueda conjunta de soluciones y la superación mancomunada de los obstáculos.
Para que haya trabajo en equipo, todos y todas debemos disponer de oportunidades para aportar nuestros conocimientos y experiencias, y para enriquecernos con la ayuda de los y las demás. El intercambio de ideas, opiniones, maneras de ver y de sentir, nos permite adquirir una visión más amplia del mundo y reconocer los diversos ángulos y matices de cada una de las situaciones o sucesos.
No obstante, para que haya trabajo en equipo no es suficiente con que nos identifiquemos con los objetivos, las metas y las normas acordadas; es preciso, además, que compartamos unos valores y principios éticos mínimos.
El trabajo en equipo necesariamente exige solidaridad, vocación de servicio, equidad, autonomía, respeto, responsabilidad, participación, diálogo, concertación y autodesarrollo. .
Con el trabajo en equipo se alcanzan mejores y más óptimos resultados, y el aprendizaje individual deviene colectivo e institucional. Se facilita así la búsqueda conjunta de soluciones y la superación mancomunada de los obstáculos.
Para que haya trabajo en equipo, todos y todas debemos disponer de oportunidades para aportar nuestros conocimientos y experiencias, y para enriquecernos con la ayuda de los y las demás. El intercambio de ideas, opiniones, maneras de ver y de sentir, nos permite adquirir una visión más amplia del mundo y reconocer los diversos ángulos y matices de cada una de las situaciones o sucesos.
El trabajo en equipo fomenta la creatividad, la motivación y el liderazgo colectivo. En él, la responsabilidad personal se transforma en responsabilidad compartida. Trabajando en equipo se avanza en la humanización de la administración, se obtienen mayores niveles de productividad y se mejora la prestación del servicio.
POLÍTICAS PUBLICAS:
Sin embargo, el trabajo en equipo no se circunscribe a la administración distrital propiamente dicha dado que debe estar presente en las relaciones de ésta con la comunidad. Vale decir, en los procesos de participación ciudadana, mediante los cuales las entidades y la ciudadanía actúan de manera conjunta para solucionar las necesidades colectivas y hacer efectivos los derechos ciudadanos.
El trabajo en equipo debe guiar el diseño y ejecución de las políticas públicas en atención a: Estimular la gerencia participativa en las entidades distritales.
Promover la coordinación y la concertación interinstitucional.
Facilitar el intercambio de experiencias entre equipos de trabajo distritales para la adopción de mejores prácticas.
Fortalecer las competencias de los servidores y servidoras distritales en lo relativo a la cooperación, la solución de conflictos, el diálogo, la concertación, y demás cualidades relacionadas con el ejercicio democrático.
Socializar la información relativa a los problemas de la ciudad, así como las propuestas de solución presentadas por las instituciones distritales y por los actores sociales.
Fomentar la
interdisciplinariedad de los equipos de trabajo encargados de diseñar las
políticas públicas distritales.
Consolidar los mecanismos de participación, interlocución, concertación y trabajo conjunto con las comunidades y los sectores sociales afectados por las decisiones de la administración distrital.
Consolidar los mecanismos de participación, interlocución, concertación y trabajo conjunto con las comunidades y los sectores sociales afectados por las decisiones de la administración distrital.
Generar
alianzas estratégicas entre las entidades distritales, las comunidades y otros
actores sociales para mejorar la calidad, oportunidad, transparencia y
efectividad de las acciones públicas.
Respetar la autonomía y el derecho al disenso de los ciudadanos y ciudadanas y de los servidores y servidoras distritales.
Respetar la autonomía y el derecho al disenso de los ciudadanos y ciudadanas y de los servidores y servidoras distritales.
COMPORTAMIENTOS:
- Para que el trabajo en equipo se convierta en un
valor esencial de la administración distrital, los servidores y servidoras del
Distrito:
- Convertimos en un motivo
de enriquecimiento la diversidad de opiniones, conocimientos y experiencias.
Fortalecemos nuestras competencias comunicativas y resolvemos los conflictos
por medio del diálogo y la concentración.
- Compartimos
responsabilidades, nos integrarnos con otros y respetamos las normas acordadas
en nuestros equipos de trabajo.
-
Cumplimos los compromisos pactados.
-
Asumimos las relaciones con nuestros compañeros y compañeras de
trabajo como una escuela de convivencia democrática y de desarrollo personal y
colectivo.
-
Desarrollamos habilidades de liderazgo personal y colectivo.
-
Somos humildes en el aprendizaje, y pacientes y comprensivos en la
enseñanza.
-
Impulsamos, en lugar de la competencia, la cooperación y la
solidaridad.
- Reconocemos
y estimulamos el trabajo de los demás.
- Contribuimos
a crear, dentro y fuera de las entidades, un ambiente de creatividad donde
puedan brotar sin trabas diversas iniciativas.
- Creamos espacios
de reflexión y evaluación respetuosa de nuestro trabajo.
- Proporcionamos información veraz y
oportuna a otras dependencias, a otras entidades y a la ciudadanía, con
espíritu de cooperación y franca intención de contribuir al logro de propósitos
comunes.
No hay nada
más productivo para el mejoramiento del desempeño de un equipo de trabajo, que
el tiempo dedicado al proceso de compromiso con los valores, que han de existir
en el grupo.
Aunque en
algún momento no se sea el mejor en la labor que se realiza, el trabajo y la
seriedad ayudaran a estar con los mejores.
Aparte del
trabajo también se necesita disciplina, persistencia y en ocasiones capacidad
de sufrimiento.
Es adecuado
convertir la labor que se realiza en la pasión de vida.
Los
comportamientos que mostramos tienen debajo nuestras emociones, después
nuestras creencias y debajo de todo, como la base de un iceberg, están los
valores.
Son los
valores los que determinan lo que consideramos correcto o incorrecto, lo que
nos hace felices o nos frustra, lo que instintivamente define nuestra
posibilidades de acción.

Si a las
personas se les hace actuar de maneras contrarias a sus valores, van a tener
actitudes no funcionales en sus actividades, se resistirán abiertamente,
tratarán de cambiar cosas de su entorno para quitar la presión por el
comportamiento esperado, o renunciaran.
Si se
realizan las labores adecuadas, con las personas afectadas, se podrán reajustar
sus valores para hacerlos consistentes con las exigencias del entorno. Trabajo
que se puede realizar desde la libertad y el consentimiento de la persona
afectada.
Una solución
para equipos de trabajo es dedicar un tiempo a la reflexión y a discutir entre
los partícipes, para así establecer conceptos comunes sobre los valores que
afectan al grupo en la actividad a realizar.
Toda
actividad humana desarrollada en equipo ha de contar con personas de confianza
y fieles que se impliquen en la acción, que compartan inquietudes, valores y
una voluntad inquebrantable por lo que se hace, para conseguir los objetivos
propuestos.
Normalmente
la vida suele ser caprichosa, por lo que necesitamos de un chispazo que nos
proyecte hacia delante, la motivación.
Si el equipo
está bien formado y funciona con efectividad cada persona llega a ser como una
pieza del engranaje de un motor, convirtiéndose en imprescindible para la
consecución de los objetivos.
La diferencia
entre hacer bien las cosas o ser un auténtico equipo está en la motivación,
pues con ella cualquier persona incrementa su rendimiento, por lo tanto es algo
que ha de existir, y una vez creada se ha de alimentar día a día.
En definitiva
que para conseguir equipos de alto rendimiento, primero se ha de conocer y
entender las implicaciones, aceptar y tener la motivación y voluntad para hacer
desde los valores elegidos, y cuando se logra que el equipo funcione bien, los
valores de los individuos se potencian y así, en un largo plazo, se consiguen
resultados mucho mejores.
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